3. Mitos
A lo largo de los años se han ido incorporando a los diversos sistemas de creencias de algunas personas, opiniones o ideas sobre las diversas acciones que pueden mejorar una relación de pareja.
Aunque fundamentadas en la buena voluntad, bastantes de estas ideas se ha comprobado que son errores, algunos muy graves, pero, no obstante, se mantienen y difunden en diversos medios (prensa, revista, libros, cursillos, etc.) pese a no contar con evidencias de su eficacia.
Estos errores que se han consolidado en diversos ámbitos culturales han alcanzado la categoría de “mitos”, siendo por ello, muy difíciles de erradicar.
Entre los mitos más frecuentes se encuentran los siguientes:
- Dejará el hombre a su padre y a su madre y “serán los dos una sola carne”.
- Una de las claves de un matrimonio feliz es una sinceridad absoluta.
- Los opuestos se atraen y se complementan entre sí.
- El mejor matrimonio es el que procede del amor romántico.
- Los esposos deben hacerlo todo juntos.
- El matrimonio es una relación de convivencia al 50-50…
- El matrimonio va mejorando con los años…
- El tiempo resuelve todos los problemas.
- Las personas que se aman conocen automáticamente los pensamientos del otro.
- En todo buen matrimonio hay discusiones y peleas verbales…
- Tu familia es quien mejor puede ayudarte en momentos de crisis…
- Ante una crisis matrimonial un hijo es la mejor solución.
- Si tus relaciones sexuales son buenas tu matrimonio está bien…
- Una aventura extramatrimonial destruye el matrimonio.
- Si logras superar los primeros 20 años ya no hay riesgos de ruptura.
- No hay crisis que 100 años dure. Si sabes esperar el problema se pasa…
- Si se siente culpable por haber actuado mal con respecto a su pareja, confiese…
- Si tu pareja quiere abandonarte, no te des por vencido/a y lucha.
- El amor todo lo arregla…
- Si se pierde el amor, es posible recuperarlo…
Las afirmaciones anteriores constituyen importantes errores que se han ido convirtiendo en mitos generalizados en algunas culturas. Debe entenderse que algunas expresiones requieren darles un significado concreto; por ejemplo, en los dos últimos mitos las expresiones son totalmente acertadas –y no errores- cuando se entiende perfectamente el sentido de la palabra “amor”. Sin embargo, con frecuencia se utiliza el término amor para referirse al estado emocional de “enamoramiento” con el que se suelen iniciar las relaciones de pareja. Es en este sentido en el que las expresiones anteriores pueden considerarse dos mitos frecuentes.
En cualquier caso, son los distintos procesos de terapia de pareja los que permiten clarificar las ideas de cada uno de los miembros de la misma y asesorarlos para facilitar su cambio para mejorar su situación afectiva.
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